En las afueras de San Miguel Allende, se planteó la solución de una vivienda de bajo impacto, dando como resultado esta cabaña en base a la tradición vernácula del entorno.
Con el uso de materiales como madera, barro y piedra misma que se extrajo del sub suelo para hacer el estanque y las cisternas de captación de agua pluvial.
Se planteó que el área edificable, tuviera el mínimo impacto en el terreno por lo que hay espacios internos que se proyectan hacia el exterior como cubos en voladizo generando así, una volumetría y composición en fachada con diferentes juegos de sombras dependiendo de la posición del sol, acompañando como telón de fondo, la escenográfica vegetación semidesértica.
El paisajismo basado en darle continuidad a las especies vegetativas existentes de la zona, jugaron un papel importante con las nuevas especies, áreas verdes de absorción y huertos.
El estanque, por otro lado, permite generar un equilibrio ambiental con el semidesierto resolviendo así, el hábitat de la flora y fauna del entorno.